martes, 12 de enero de 2016

Despedida


Un abrazo que sabía a despedida, pero, que a la vez le reconfortaba tanto que no quería que acabase nunca. Se tenían que separar por un tiempo ilimitado y ninguno sabía cuando se podrían volver a ver. 

Palabras que no salen de la boca y que intentas por todos los medios expresarlos por medio de tu cuerpo. Todo el mundo odia las despedidas, pero ellos más que nadie, pues, siempre les estaba acompañando desde el comienzo.

Despedidas con lágrimas contenidas que no podían desbordarse ya que no era una despedida triste, era un hasta pronto singular. Idas y venidas, la rutina buscaba su lugar entre los dos pero ellos no le dejaban pasar. 

Vuelta al abrazo interminable, pues cuando se despeguen tendrán que dejarse marchar. 

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