sábado, 2 de enero de 2016

Prejuicios

Vivimos en un mundo donde prejuzgamos a todo el mundo (valga la redundancia), es decir antes de conocer a alguien, en nuestra mente se forma una imagen prejuzgada de como creemos que es esa persona. Para después descubrir que  nunca acertamos con esa primera imagen mental. 


Y aquí vendría el famoso refrán de "juzgar a un libro por su portada", donde todos nos dejamos llevar por las portadas que proyectamos. Así, queridos lectores, es donde comienza el conflicto. El otro día debatiendo con mis amigos llegamos a la conclusión de que si una chica quiere dedicarse al mundo del espectáculo tiene que tener un buen aspecto físico, pero que con lo tíos se es más permisible. 

Una empresa/selección de casting... cogerá antes a una persona delgada que a una que no esté en la media, aunque esa persona actúe, baile o canté mejor que nadie y es triste porque después hay personas mediocres que por tener un buen físico, triunfan. Sin embargo con los hombres no son así, hay muchos actores famosos que están entrado en carnes y siguen haciendo sus papeles, en un póster de una película a las actrices les habían pasado por "photoshop" para quitarles toooooodas las imperfecciones mientas que a los hombres nada de nada, les habían dejado con sus arrugas, podían aparentar la edad que tenían, pero ellas no, tienen que parecer más jóvenes. 

Es un círculo vicioso, queremos no prejuzgar pero lo hacemos porque es lo que nos enseñan todos los días en la televisión, internet... No se premia la naturalidad, aunque es lo que hipócritamente se está buscando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario